El sector inmobiliario logístico vive una época de expansión a raíz del gran crecimiento del comercio electrónico como consecuencia de la pandemia y el cambio de hábitos de consumo. La proliferación del e-commerce, la necesidad de transformar los modelos de distribución para atender a la rapidez que exigen los clientes, el mayor interés de los inversores por el mercado industrial y logístico o la cada vez mayor importancia del transporte sostenible explican el gran momento de la immologística en nuestro país.

Por casi todos los rincones de la geografía española crecen almacenes, plataformas y parques industriales. El año pasado se alcanzó un volumen de inversión de alrededor de los 2.200 millones de euros, lo que supuso un aumento de un 53% respecto al volumen registrado en 2020 según la consultora CBRE. Los inversores se están fijando en este sector inmobiliario por encima de otros, como las oficinas, los espacios comerciales o los edificios de viviendas, que ha protagonizado la realidad del sector en las últimas décadas.

El impulso del comercio electrónico ha llevado a que para muchas marcas sea imposible crecer y rentabilizar su negocio sin la ayuda de un proveedor logístico que de respuesta al gran reto del comercio actual: dar respuesta rápida y con un servicio de calidad a las demandas de los consumidores. En este contexto, la ubicación es un factor clave en la eficiencia de la cadena logística.

Madrid y Barcelona son los dos grandes polos immologísticos, a mucha diferencia de los demás, pero otras ciudades como Valencia o Zaragoza por citar dos ejemplos están mostrando también mucho dinamismo. También otras ciudades medianas y de menor tamaño están viendo como las plataformas logísticas pueden convertirse en una alternativa para relanzar sus economías, crear actividad económica y generar empleo.

El gran reto es la disponibilidad de suelo. Por esta razón, algunos proyectos ya prevén el crecimiento en vertical, una solución que además de garantizar la expansión del sector también da respuesta a los retos de sostenibilidad. Crecer en vertical es la solución adecuada para responder a la necesidad de espacios logísticos a la vez que se hace frente a la escasez de terrenos próximos a los núcleos urbanos.